Si eres una persona que ama viajar sola y también te gusta la fotografía, seguramente hayas querido capturar los mejores momentos de tus aventuras y habrás tenido que pedírselas a un desconocido o hacerte un selfie. Sin embargo, esto no es suficiente si buscas lograr fotografías más profesionales durante tus viajes en solitario.
Aunque tomar autorretratos puede ser un desafío, no es imposible hacerlo por tu cuenta y obtener resultados impresionantes. Con un poco de práctica y siguiendo estos consejos útiles, aprenderás a tomarte fotos sin la ayuda de nadie y de una manera más creativa y profesional:
¿POR DÓNDE EMPEZAR?
Estas son algunas de las herramientas que pueden serte útiles si de verdad quieres mejorar tus fotografías de viaje, aunque no haya nadie que las haga por ti. Las dos primeras son las que considero más básicas para empezar, mientras que el resto son opciones que puedes ir incorporando poco a poco para que cada vez el proceso sea más cómodo y sencillo para ti:
- TRÍPODE
Mi consejo es que empieces invirtiendo en un trípode. De esa forma, podrás posicionar la cámara según tu criterio, para que la composición y el encuadre no dependan de los demás. Siempre puedes dejarla apoyada en bancos, muros, o cualquier sitio que veas factible, pero eso tiene sus limitaciones y es muy frustrante no poder colocar la cámara justo donde te gustaría. Es por ese motivo que considero esta herramienta la más imprescindible.
- TEMPORIZADOR
Una vez tengas el trípode en su sitio, lo más fácil (a priori) es poner el modo de disparo de tu cámara en temporizador de unos 10 segundos. De esta forma, tendrás ese tiempo para correr a colocarte dentro del encuadre antes de que se haga la foto.
Lo más probable es que tengas que repetir el proceso de ir y venir hacia la cámara más de una vez, ya que difícilmente quedará todo perfecto al primer intento si no puedes verte a través del visor o la pantalla. Por ejemplo, puede que la foto salga algo desenfocada o debas colocarte mejor en el encuadre, fijándote en algún elemento del suelo como referencia. Si tu cámara tiene la pantalla abatible, podrías girarla hacia ti para verte y no tendrías ese problema:
Un consejo es que, antes de posicionarte, uses el enfoque automático para enfocar algún elemento cercano a donde te vayas a situar. Una vez se haya enfocado esa zona, puedes cambiar a enfoque manual para que se quede todo el rato fijado en esa posición y no tener que volver a enfocar para cada foto. Sin embargo, si vas a estar moviéndote hacia la cámara o alejándote de ella, entonces sí que te puede interesar más que la auto-detección de cara o sujeto vaya recalculando tu posición (siempre y cuando tu cámara tenga esa opción).
- CÁMARA CON WIFI
Si no quieres ir constantemente hacia la cámara para hacer clic y salir corriendo de nuevo, puedes mirar si ésta tiene la opción de conectarse por WiFi al teléfono. En mi caso, utilizo la aplicación que tiene Canon para el móvil (Canon Camera Connect), desde la que puedo disparar de forma remota e importar las imágenes de la cámara:
Lo bueno de esta técnica es que puedes ir desplazándote con en el móvil en la mano e ir viendo lo mismo que está enfocando la cámara, por si necesitas cambiarte de sitio o corregir tu pose antes de hacer la foto. De todas formas, pese a poder disparar al momento desde el teléfono, prefiero dejar puesto el temporizador de la cámara. En este caso pondría 2 segundos, así gano algo de tiempo extra para esconder el móvil y que no salga en la imagen.
Este proceso es una muy buena alternativa, aunque sigue sin ser perfecto. Muchas veces la imagen que ves en el móvil va con bastante retraso, y más aún cuando te colocas lejos de la cámara, lo cual puede ser un poco desesperante. Además, esta conexión gasta la batería mucho más rápido.
- DISPARADOR REMOTO INALÁMBRICO
En caso de que tu cámara no disponga de conexión WiFi o simplemente no quieres estar conectándola al móvil todo el rato, la alternativa es hacerse con un disparador remoto. Con él podrías hacer prácticamente lo mismo que en la opción anterior, pero sin la posibilidad de ver a distancia cómo estás quedando en cámara. Lo bueno es que suelen ser pequeños, y por lo tanto son más fáciles de esconder que el móvil (cerrando el puño, por ejemplo).
- INTERVALÓMETRO
Este dispositivo se ha convertido en mi opción favorita, ya te permite configurar la cámara para que haga X fotos en intervalos de X segundos, así que puedes dejar que vaya "haciendo sola" mientras tú te mueves libremente por la escena.
El hecho de dejar la cámara haciendo fotos mientras estás en constante movimiento, hace que no se note todo tan impostado y que el resultado sea mucho más natural y dinámico. Eso sí, vigila que tengas puesta la velocidad de obturación lo suficientemente rápida para que al ir cambiando de pose, la imagen no salga movida. Incluso puedes poner el modo ráfaga si te vas a mover bruscamente, como por ejemplo dar vueltas con un vestido o pegar un salto.
El único inconveniente es la cantidad de imágenes que acabas teniendo, así que hay que acordarse de ir revisándolas y borrando las que no nos interesen para no llenar la tarjeta de memoria innecesariamente.
Hay intervalómetros que se conectan por cable a la cámara, pero también los hay inalámbricos (estos son más caros pero también cumplirían la función de disparador remoto, por lo que tendrías un 2×1). De todas formas, antes de comprarte uno asegúrate que tu cámara no lo tenga ya, puesto que muchos modelos nuevos ya lo llevan incorporado en el propio dispositivo.
Ah, y al poder disparar en intervalos, también podrías utilizar este dispositivo para realizar timelapses, entre otras cosas.
CONCLUSIONES
En resumen, creo que lo más imprescindible para empezar a sacarte fotos sin ayuda ajena, es invertir en un trípode que te permita posicionar la cámara allá donde más te interese. Una vez colocada, puedes poner el temporizador de tu dispositivo para que te dé tiempo a situarte en el encuadre antes de que se haga la foto. ¡No necesitas nada más para ponerte a practicar!
Una vez te vayas familiarizando con los autorretratos irás viendo qué te funciona mejor y qué te falta, y podrás ir poco a poco comprando material extra que te facilite todo el proceso creativo, si lo consideras necesario. Pero que no te frene el hecho de no disponer de tanto equipo fotográfico, ya que incluso puedes ponerte a probarlo con el móvil si hace falta.
Espero que este artículo te sirva para crear imágenes impresionantes que reflejen tus experiencias únicas y te ayuden a recordar tus viajes para siempre. Si conoces algún otro truco que pueda ser útil, compártelo en los comentarios :)
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